En unas horitas (exactamente 4 horas) cogemos el vuelo a Sao Paulo, si todo va bien llegaremos allí a las cinco de la tarde (hora Brasileña) después de once horas y media de vuelo. Tengo muchísimas ganas de llegar, aunque lo que no tengo tantas ganas es de ver el piso en el que dormiremos y tampoco de saludar a nuestras nuevas compañeras de piso (una colonia de cucarachas), cuando llegue os contaré a ver si es tan malo como pinta...