Coron: un poco de todo

@ Marki: hahaha!! Sembla ser que si... Quina por...
@ Marisol: Merci! Encara que las fotos les fem els dos! 

Después de unos días en El Nido cogimos un barco (o barcucho, según como se mire) hacia la ciudad de Coron, en la Isla de Busuanga. La ciudad es sí es bastante fea, sin mucho que ver excepto unas aguas termales, a las que todos los filipinos van despúes de cenar, es decir a las 7 de la tarde! Haha!

La ciudad está completamente de espaldas al mar y construída sobre la marcha en el caos más absoluto, sin aceras, ni espacios para peatones, por lo que te ves obligado a sortear motos, tri-cycles y furgonetas. No obstante, lo que más nos llamó la atención es que muchas de las casas están construidas sobre el mar. La explicación a esto es que el mar, así como los ríos, no pertenecen a nadie y por tanto para construír sobre ellos no hace falta pagar el "terreno", una solución para las familias con menos recursos. El problema principal es que toda la porquería se acumula aquí, con los pertinentes olores.

Aunque si algo hay que destacar de la ciudad es que desde el puerto se pudimos ver una puesta de sol impresionante.

Pero la razón de venir aquí no era esta sino las excursiones que se pueden hacer desde aquí. El primer día decidimos hacer submarinismo, ya que Coron es uno de los destinos preferidos para ello. Los corales y peces como os podeís imaginar por las fotos de El Nido eran impresionantes. Pero lo que mas me gustó a mi es poder bucear en un barco hundido de la segunda guerra mundial! No tenemos fotos ya que la camara no se puede sumergir a tanta profundidad, pero os dejo un dibujo del barco que vimos:

Los dos días siguientes hicimos excursión por las islas cercanas. Como siempre una pasada. Aquí unas fotos de lo que pudimos ver:

Aunque sin duda la actividad estrella fue dormir en una isla desierta. Pedimos al barquero que nos dejara en una playa que no hubiera nadie para pasar la noche solos (teoricamente). Digo teoricamente porque había un perro salido de la nada, que estuvo merodeando toda la noche.

Aun así la aventura real fue montar la tienda!! Por suerte somos unos chicos muy apañados y nos las ingeniamos para montarla a nuestra manera, es decir atando la punta en un árbol (suerte de árbol) y sin utilizar más de la mitad de las piezas. Una pena que se nos olvidara hacer una foto.

Nota a los lectores: antes, NO DESPUÉS, de iros a una isla, mirar algún video de "cómo montar una tienda de montaña" y asegurarse de tener pilas en el frontal.

Como anécdota divertida: Alex me ve coger una piedra y decidida empezar a clavar perfectamente los cuatro postes de la tienda, impresionado me pregunta: ¿y tú, donde has aprendido a hacer eso?. Mi respuesta: ¡una vez lo vi hacer en una peli! Para que luego digan que la tele no es educativa.