Yangoon: primeras impresiones de Birmania

@ Josep: hahaha! Claraente ha sido una mejora notable! Pasaria cualquier inspeccion seguro!!

@ Marki: despres d' aixo ja ens podrem dedicar a fer xerrades com el Albert!! Estic completament a la moda!!

@ Laura: querras decir: yo me traigo a los perritos y dejo a Alex no?? o mejor aun traigo a los perritos y te empaquetamos a ti!! ;P

@ Marisol: et portare un gosset d'aqui, segur que el Joan esta super content!!

Ya estamos en la segunda etapa del viaje: 11 días por Birmania o Myanmar (o Burma, como le llamaban los ingleses). La primera parada del viaje es Yangoon, la que podriamos decir que es la capital económica.

La primera impresión del país es muy buena: gente extremadamente amable, sonrisas por todas partes y un aire decadente, pero con mucho encanto.

Nada más llegar ya vi que mis shorts no eran los más adecuados, así que como dice el dicho: alla donde fueres, haz lo que vieres. El cambio causó furor entre las birmanas, quienes me miraban y reian sin disimular. Al principio algo incomoda pensaba que quizá llevaba el pareo de fiesta o que no era apropiado, pero cuando preguntamos al guía, echandose a reir, nos dijo que era normal porque no habian visto muchas extranjeras y menos vestidas con atuendo local. Mi nuevo estilo provocó que quisieran hacerse fotos conmigo y hasta arranco algún beautiful, beautiful. Yo me sigo sintiendo un poco monito de ferias, pero mejor así que las miradas, no demasiado claras, por los shorts.

Ya bien vestida decidimos ir a Shedagon Pagoda. Una pagoda impresionante situada en una colina para estar bien alta. Esta toda recubierta de oro y arriba de todo hay una veleta con rubies, brillantes y otras piedras preciosas incrustadas. Nos explicaron que cada cuatro años construyen unos andamios de bambu para que la gente suba y haga sus donaciones: por lo que está repleto de piedras preciosas, anillos y campanas de oro. A mi tampoco mi importaría que me hicieran este tipo de donaciones :)

    

Si, eso de arriba es un diamante...

Cubren la pagoda con donaciones de oro, y en cada una escriben el nombre del donante

La pagoda de noche. Muy bonita.

El segundo día aprovechamos para dar una vuelta por Yangoon. Como podeís ver la ciudad respira un aire de decadencia, donde el paso del tiempo ha hecho mella en los edificios coloniales, pero aun así sigue manteniendo un encanto especial.

Yo no he sido la única en adaptarme a las costumbres birmanas. Alex decidió probar lo que mascan aquí todos los hombres (y alguna mujer también). Una mezcla de hoja, raíces y más cosas que no tenemos ni idea, Pero que te dejan la boca roja como si tuvieras sangre y luego tienes que escupir.

Próxima Parada --> Pyay