miércoles, 27 de junio de 2012

Cosas Curiosas de Brasil y SP

Hace tiempo que tenía escrito este post, pero nunca llegué a publicarlo. Creo que es interesante publicarlo aunque esté acabando, para que conozcáis algunas cosas  que encuentro que son curiosas o me han chocado culturalmente de Sao Paulo o Brasil. Bueno curiosas para un extranjero supongo:


Al principio me sorprendía muchísimo que las aceras de Sao Paulo estuvieran tan mal conservadas y tuvieran tantos relieves diferentes. Pero luego me contaron que aquí cada edificio se hace responsable de su trozo de acera. El resultado de esto es que la acera es cada 10 metros de un tipo, forma y color diferente y se puede observar claramente como el edificio marca la separación. Otra cosa que sucede es que hay mucho contraste de aceras entre unos barrios y otros, os podéis imaginar entre Paulista (la calle principal de negocios) y donde vivía yo antes...
(Esto es el pan de cada día para caminar por Sao Paulo, imposible llevar tacones)

A veces nos pensamos que los modales son algo universal. Pues no es cierto, es verdad que hay que ser educado en cualquier cultura, pero qué se entiende por ser educado es otra cosa. Esto es lo que ocurre con el tema de los mocos. En España cuando se tienen mocos uno se suena tranquilamente con un pañuelo y todo el mundo lo ve de lo más normal, en Brasil eso está muy mal visto y en lugar de sonarse la gente los sorbe, algo que en España nos parece asqueroso. Por suerte yo no me he constipado mucho, porque lo siento mucho aunque tenga que adaptarme sorber los mocos me parece de lo más asqueroso e incomodo.


Puntualidad brasileña: esto es un drama. Si en España vamos siempre tarde, el tiempo es aun más relativo en Brasil. Tú puedes haber marcado una hora para quedar, pero ojo, esto no es necesariamente la hora a la que vaya a llegar la persona, sino la hora a partir de la cual esa persona puede llegar en cualquier momento. Yo me he llegado a esperar en casa 3 horas!! Es por eso que cuando fijo con alguien una hora para quedar en Brasil, siempre pregunto: “brazilian time or german time?”.

En cuanto al tráfico hay también varias normativas curiosas, que ponen en relieve el carácter de Sao Paulo. Como ya os comenté en otro post, el tráfico en Sao Paulo es horrible, hay muchísima gente y los paulistas se están horas al volante, para evitar aglomeraciones cada coche tiene que “descansar” un día a la semana que ya viene fijado para cada coche. Es por esto que algunas familias (las más adineradas claro) tiene un coche extra, para que lo coja el miembro de la familia que no puede usar su coche ese día.

También otra cosa curiosa, o que da un poco de miedo, según como se mire, es que a partir de una determinada hora de la noche los coches pueden saltarse los semáforos en rojo, la razón de esto es la seguridad. De esta manera evitan pararse y que puedan ser asaltados en ese momento. Como veis el tema de la seguridad no es una broma.

Y también en cuanto a seguridad se refiere, hay camáras filmando por todos lados. En el ascensor, la calle, las tiendas, las entradas. Todo se filma las 24h. Es muy gracioso porque todo esta lleno de cartelitos como este:


Pero pasando a cosas más divertidas, al principio todos los extranjeros nos preguntábamos porque los brasileños nunca miran a los ojos cuando brindan, siempre brindan en grupo alzando la copa en medio pero mirando para otro lado. Después de investigar un poco la respuesta me la dio mi amigo Bruno. En Brasil, cuando brindas en grupo y miras a alguien a los ojos es para indicar que estás interesado y si la otra persona mira también: Voilá, trabajo hecho! Si es que la cultura brasileña está hecha para lo que está…

Una de las cosas que más me ha gustado, es el carácter abierto de los brasileiros, no importa si estás solo o con gente, si eres extranjero o local, siempre vendrá alguien a hablar contigo, saber de tu vida y contarte la suya y ayudarte en lo que haga falta. Y seguramente después de un rato de conversación te invitará a su casa, su barco o su pisito en la playa. No importa que no te conozcan, los brasileños son así.

Por último, una explicación a porque no hay paro en Brasil: PORQUE HAY TRABAJOS PARA TODO!! Es decir aquí todo el mundo trabaja, aunque sea en la cosa más absurda que os podéis imaginar, eso sin contar que hay el doble de personas necesarias haciendo el mismo trabajo. Mis trabajos absurdos favoritos son: los señores que te dan el tiquet del parking (aunque haya una máquina que lo haga, ellos aprietan el botón y te dan el tiquet) y sin duda el mejor, los señores que aprietan los botones del ascensor por ti!!! Buaa! Este me encanta! Lo  peor es que ellos lo ven bien, porque aunque son ineficientes, crean trabajo. Quizá deberíamos tomar nota. Propuestas de trabajos absurdos??


lunes, 25 de junio de 2012

Viajando con Marta - Por Ian Jester

Volviendo de Argentina le pedí a Ian si podía escribir un poco lo que era viajar conmigo, ya que siempre escribo yo, quería que supierais un poco lo que es soportarme durante 3 semanas (he dicho soportarme?? Quería decir tener el placer). Aquí está el resultado aunque creo que ha exagerado bastante y a omitido algún que otro detalle... Por mi parte puedo decir que viajar con Ian ha sido estupendo, es siempre atento y divertido!


El primer día de nuestro viaje en Iguazú, Marta quería que les contara a sus queridos lectores mi experiencia con ella como compañera de viaje durante las siguientes tres semanas. Pensé, ¿estaba bromeando conmigo?

Sus ojos me miraban seriamente -- algo que apunté para referencia futura -- y me hizo pensar: ¿iba a sobrevivir tres semanas? ¿Cuántos amigos suyos desaparecieron sin noticia? Aún peor, ¿era una persona que ronca mucho? Lamenté que no lo hubiera investigado suficientemente y de repente un salto desde las pasarelas me ofreció libertad serena. Marta les prestaba su atención a los animales jugando en la papelera; ésta es mi oportunidad, pensé. Los arcos iris abajo me aprobaron a aterrizar. Seguramente, mi familia entendería. 
Sin embargo, acordándome que nuestros bocadillos de tortilla, preparada según una receta familiar, habian sido colocados en su mochila y obviamente no podría volar con hambre, decidí seguir adelante con ella. Nunca me arrepentí.
Viajar con una persona sola que sigues conociendo mejor, se siente inicialmente como encontrar un cofre del tesoro desconocido sin la llave o las instrucciones para abrirlo. Es emocionante y curioso descubrir su personalidad, sus pensamientos, lo que le gusta y no le gusta; sin embargo, los dos tienen que abrirse cuando se sienten listos. No hay que ser impaciente; hay que ser optimista, que los momentos oportunos se presentarán a lo largo del viaje. Un momento así apareció cuando nos encontramos en un pueblito de Paraguay, sin una razón de estar allí, pero me di cuenta que Marta sabía como aprovechar tanto lo malo, como lo bueno (como por ejemplo en el Sheraton Iguazú), esto, para mi, es un rasgo fundamental para viajeros. Resultó que festejamos con el alcalde de ese pueblo y otros desconocidos, que como yo, descubrieron mejor su carácter encantador y buena disposición que simplemente hacen el evento más agradable.
Para viajeros futuros, pueden estar seguros que Marta contribuye al equipo mucho más que lo guapa. Ella sabe como extraer toda la información de su entorno para nuestro beneficio, cuando respetuosamente hace mil preguntas directas a los oficiales de turismo, los que probablemente nunca han trabajado más que cuando la vieron y siguen con pesadillas de su vuelta. Además, es una maestra maravillosa, no sólo con los niños de la escuela brasileña, sino más grandes como yo, cuando tranquilamente me avisaba de la marcha correcta en el coche, mientras yo aprendía a manejar la transmisión manual y a la vez evitaba a vacas enormes cruzando la carretera. La manera en que cuida a su familia y a sus amigos aún desde muy lejos es algo muy admirable que deseas ver en los demás.
Un día en Córdoba, nos hablamos sobre cuando puedes confiar en una persona. Bueno, puede ser que no confíes en nadie o confíes en todos, dejando que los actos hablen por sí mismos. Pero con Marta, quieres confiar en ella. De verdad, es lo mejor que puedes desear en tu compañero.
Gracias Ian por el viaje y por el post

sábado, 23 de junio de 2012

Ultimos días en el Norte

Después de dejar el Paraíso nos esperaban dos últimos días muy intensos antes de volver a Sao Paulo. De Jericoacoara cogimos un buggie hasta Tatajuba, un pequeño pueblito en el desierto. Durante el día fuimos a una nueva lagoa y pudimos disfrutar una vez más de la puesta de sol, esta vez sobre las dunas.




Allí en lugar de dormir en el pueblo decidimos hacer turismo comunitario y dormir con una familia local en una casa apartada (es decir, in the middle of nothing). La familia encantadora y un gusto dormir en la nada, ya que todo es calma, hasta que te despierta el gallo a las cinco de la mañana y no para de cantar en una hora!!



De allí en 4x4 nos fuimos al Delta del Parnaiba, para coger una lancha por el río. Para mi fue algo parecido al Amazonas, pero a pequeña escala por supuesto. Los paisajes eran preciosos, aunque lo más divertido (hasta que nos dimos cuenta de que nos estaban acribillando los mosquitos) fue hacernos un tratamiento de belleza natural, es decir enbadurnarnos de barro del río!! La verdad es que funciona, a todos se nos quedó la piel más suave.

Por si lo dudabais, soy la negrita de la derecha




Con la lancha también llegamos a donde se junta el río con el mar, una zona preciosa y donde aprovechamos para hacer mil fotos:





Después del viaje fuimos directos a dormir a Caboure, un pequeño pueblo con encanto, tan pequeño, tan pequeño que literalmente son 5 casas y el encanto se lo da el hecho de que van con energía a motor y a las 10 de la noche se apagan todas las luces... Mirad y juzgad...


De Caboure tomamos un barco hasta Barrerinhas por el río Perguiças. Lo más divertido de todo fue la parada que hicimos para dar de comer a todos los monitos que había...



Por la tarde nos esperaba la mejor parte: el Parque Nacional de Lençois Maranhenses. El nombre lo recibe ya que las dunas parecen lençois (sábanas para los no catalanes o no portugueses. Aunque faltaba agua para llenar las lagunas, ya que no ha llovido mucho este año, las vistas eran preciosas. Y como siempre no pudo faltar una puesta de sol.




Ya la última y definitiva parada fue Sao Luis. Lo típico aquí son los azulejos de las casas, aunque no está muy bien conservada la ciudad aun conserva encanto (esta frase me ha quedado de Lonely Planet total).



lunes, 18 de junio de 2012

El Paraiso - Jericoacoara

Creo que he ido al cielo y he vuelto. Si hay algún sitio que se pueda llamar Paraíso en la tierra es Jericoacoara (o Jeri como dicen aquí). No tengo palabras para describir la belleza y tranquilidad de este sitio. 

Se trata de un desierto de dunas blancas, catalogado como Parque Nacional. Lo que más gracia me ha hecho es pensar a quién se le ocurrió construir un pueblo en medio de las dunas, ya que todas las calles son de arena de playa y no hay asfalto, una pasada porque siempre se va descalzo. 





El primer día hicimos una excursión en buggie a Lagoa Azul y Lagoa Paraíso, allí aprovechamos para hacer sesión de fotos, porque es un lugar espectacular. Nos gustó tanto que decidimos repetir el tercer día, aunque por otra ruta.





El segundo día como no hacía mucho sol, hicimos una excursión a caballo, donde pudimos disfrutar de unas vistas preciosas de toda la zona y además llegamos hasta Piedra Furada.





Para acabar, y por si fuera poco, nos despedimos el tercer y último día de Jeri viendo la puesta de sol desde una duna y con unas caipis.